Las cámaras de seguridad son, cada vez, un artículo más solicitado por la sociedad para el hogar para, así, mantener a los ladrones alejados y vigilar la vivienda. Pero, ¿pueden volverse estos dispositivos en nuestra contra?, ¿pueden ser hackeados con facilidad?

No son pocos los casos de personas que denuncian que sus cámaras han sido pirateadas y, es que, es un problema que llega a afectar a millones de dispositivos que se encuentran conectados a Internet. El Internet de las Cosas aún está en entredicho por este tipo de conflictos de seguridad.

Hace apenas unos meses, se observó el caso de las cámaras Nest, una vulnerabilidad que puede provocar una alarma social o puede exponer demasiado la privacidad de las personas.

Estamos hablando de un problema muy grave que, a medida que esta tecnología gana territorio, hace ganar poder al espionaje y a la ciber-delincuencia.

¿De qué manera podemos saber si nuestra cámara de seguridad ha sido hackeada?

La carencia de ciertas funciones de seguridad básicas, contraseñas simples, una mala configuración, etc., hacen que las vulnerabilidades aumenten y seas carne de cañón para “El Gran Hermano”.

No en todos los casos se puede saber si el dispositivo ha sido pirateado, pero hay algunos indicadores elementales que pueden llamar la atención:

  1. Si la cámara de vigilancia o el monitor producen un ruido extraño, indica que alguien puede estar detrás operando en ella.
  2. Se mueve de manera anormal, siguiendo a las personas que pasan o centrándose en algo en particular en lugar de tener un patrón determinado.
  3. La luz del dispositivo parpadea, lo que significa que alguien está tratando de acceder a la cámara para controlarla.
  4. La configuración de seguridad está modificada. Si al comprobar los ajustes, ves que han sido alterados (por ejemplo, la contraseña se ha establecido como predeterminada), mala noticia.
  5. Grabaciones inusuales, picos de tráfico de red,… Esto revela que se ha intentado iniciar sesión y no ha sido válido o de manera más habitual de lo normal.

¿Cómo evitar que pirateen el dispositivo y hacerlo más seguro?

Hay algunos consejos de utilidad que pueden ayudar a mantener ojos indiscretos alejados de tu privacidad. Hay que matizar que la mayoría de las cámaras afectadas por la intrusión de ciber-criminales nunca se centraron en mejorar su seguridad. Tú, en cambio, estás a tiempo de aplicar lo siguiente:

  1. Cambia tu contraseña de la cámara y del router por una más fuerte con regularidad. Si compartes el Wi-Fi con vecinos y amigos, tal vez sea mejor que crees un acceso alternativo para “Invitados”.
  2. Compra un dispositivo de una compañía conocida y con buena reputación, revisa las opiniones de la app de vigilancia y si tienen incidencias de vulnerabilidades de seguridad.
  3. Procura que la cámara que vayas a instalar venga con cifrado.
  4. Instala Firewalls y antivirus para una fuerte protección contra malwares, virus y hackers.
  5. Actualizar el firmware de la cámara de seguridad. De esta manera se protege el sistema contra errores y se garantiza la protección contra amenazas cibernéticas.

Sigue los consejos anteriores y no ignores las señales que indican que tu dispositivo se puede estar viendo comprometido.

 

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